Cuando tenía 19 años, soñaba con ser diplomática. Daba todo en cada materia de la facultad, enfrentando jornadas largas de estudio y, muchas veces, batallando con frases que parecían querer frenar mi impulso: "Eso no es para mujeres", "Ahí solo se llega por contactos".
Pero esos comentarios nunca fueron suficientes para apagar mis sueños. Vengo de una mujer que supo ser emprendedora en una época donde no era común. Mi mamá enfrentó barreras y desafíos que, aunque eran propios de su tiempo, no son tan distintos de los que muchas seguimos enfrentando hoy. Crecer con su ejemplo me enseñó que, aunque el camino sea incierto, los sueños valen la pena.
Aun así, un día tuve un despertar. Me di cuenta de que, aunque había puesto tanto esfuerzo en mi meta, ese camino no representaba realmente lo que quería construir. Fue un momento de reconfigurar mis prioridades, de mirar hacia adentro y preguntarme: ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿Fue fácil? Para nada...
El Mito del Trabajo Seguro y Estable
Desde chicas, muchas de nosotras crecimos escuchando que el trabajo ideal no existe, que es mejor optar por lo seguro. Esa narrativa no solo apaga sueños, también nos desconecta de nuestras pasiones. Pero, ¿quién dice que no podemos aspirar a algo más?
Dedicarte a algo que realmente te guste no es un lujo ni una utopía. Es una necesidad profundamente humana. La satisfacción de trabajar en algo que amás no solo alimenta tu creatividad y bienestar emocional, sino que también crea un impacto positivo en quienes te rodean.
Eso no significa que el camino sea fácil. Encontrar aquello que te llena puede implicar etapas de incertidumbre, momentos de prueba y error, y decisiones difíciles. Pero cada paso hacia tus pasiones tiene el potencial de generar algo mucho más grande: propósito.
¿Por Qué Es Importante Amar lo Que Hacemos?
Cuando trabajamos desde un lugar de pasión, no solo somos más productivas, sino que también logramos conectar mejor con las personas. Esa energía que se genera al disfrutar lo que hacés tiene un efecto dominó: transforma tu entorno, inspira a quienes te rodean y, en última instancia, contribuye a un mundo más auténtico.
El mundo necesita más personas que amen lo que hacen. Porque esas personas son las que transforman realidades, las que nos recuerdan que el trabajo no es solo un medio para subsistir, sino también una forma de crear, conectar y dejar una huella.
Un Recordatorio para Vos
Si estás leyendo esto y te sentís atrapada en un lugar que no te hace feliz, quiero que recuerdes algo: nunca es tarde para buscar lo que te mueve. Escuchá esa voz interna que sabe exactamente qué es lo que te llena. Permitite explorar, fallar, aprender y crecer.
Porque aunque el camino sea desafiante, nada se compara con la satisfacción de hacer aquello que realmente amás.
Alexandra
Créfito imagen: freepik